El índice de cesáreas en EE.UU se eleva a casi un 30% de nacimientos. Muchas mujeres eligen este procedimiento como opción debido a confusiones sobre su conveniencia o beneficios.
La cesárea se considera cirugía abdominal mayor. No son frecuentes aquellas complicaciones en el parto en las que la cesárea pueda representar un beneficio para el bebé o para la madre. Sin embargo, su práctica cuando no procede incrementa el número de riesgos para la salud, a corto y largo plazo; conlleva un postoperatorio prolongado y, con frecuencia, implica la separación innecesaria entre el bebé y su madre, lo cual dificulta el inicio de la lactancia.
Muchas mujeres afirman haber sido presionadas por los médicos para hacerse la cesárea. éstos argumentan que el bebé es “demasiado grande” o que es imposible el parto vaginal postcesárea.
Un bebé nunca es demasiado grande como para impedir a su madre dar a luz. En cambio, otros factores como el parto de nalgas, la limitación de movimientos, complicaciones en la inducción del parto, estados de ansiedad elevada e incluso dar a luz en un hospital pueden estar más en relación con un aumento del riesgo de complicaciones que podrían requerir inevitablemente la práctica de la cesárea.
Se sabe que el parto vaginal tiene mayores beneficios en la salud de la madre y el niño.
Le sugerimos que consulte en la International Cesarean Awareness Network (ICAN) para obtener información detallada sobre los casos indicados para realizar la cesárea y sobre cómo evitar el trauma que supone para la madre y el bebé la práctica innecesaria de esta intervención.